Sevilla, capital de Andalucía, es de esas ciudades que tiene multitud de lugares que visitar, cada cual más único y diferente de los demás. Una ciudad con una larga historia y tradición, que cuenta con el casco antiguo más extenso de España y sexto más grande de Europa, tras Roma, Nápoles, Venecia, Florencia y Génova.
Es la tercera ciudad más visitada de España, detrás de Madrid y Barcelona. Con un patrimonio rico en monumentos, algunos de los más conocidos son la Catedral, la Giralda, la Torre del Oro, El Alcázar… Dando lugar a una ciudad encantadora de marcado carácter. En este artículo te animo a descubrir 10 sitios que no suelen aparecer en las guías de viaje y que estoy seguro de que te encantará visitarlos.
1. Real Fabrica de Tabacos. Este edificio se comenzó a construir sobre el año 1728. Fue la sede de la primera fábrica de tabacos en Europa llegando a ser el edificio industrial más importante de España en el siglo XVIII. Destaca su esquema de referencias renacentistas con aires herrerianos, mientras que en su fachada principal se aprecia la influencia del estilo barroco. El edificio se encuentra rodeado por un foso debido a su construcción extramuros adosado a parte de la muralla de la ciudad por esa zona. Actualmente alberga la sede del rectorado de la Universidad de Sevilla y las facultades de Derecho, Ciencias y de Filosofía y Letras. Su acceso es gratuito y no es necesario comprar ninguna entrada.
2. Calle La Susona. Debe su nombre por el apodo de Susana Ben Susón, una judía que vivió en Sevilla en el Siglo XV. Según la leyenda, era conocida por su belleza y decidió sacar partido de ello utilizándolo para para ascender socialmente. Comenzó a verse con un caballero cristiano perteneciente a una de las familias más nobles de Sevilla. Una noche, mientras esperaba en su casa a que su padre se acostara para ir al encuentro de su amante, escuchó una conspiración que tramaban los judíos con su padre a la cabeza, parte de la cual consistía en asesinar a los principales cargos públicos y así tomar la ciudad. Temiendo que le pasase algo a su amado, acudió a su encuentro para avisarlo del peligro que corría y que así pudiese ponerse a salvo. Su amante informó al asistente de la ciudad, quien ordenó detener a los cabecillas, los cuales fueron ahorcados a los pocos días después. Al morir la Susona y abrir su testamento, se encontró el escrito: “Y para que sirva de ejemplo a los jóvenes en testimonio de mi desdicha, mando que cuando haya muerto separen mi cabeza de mi cuerpo y la pongan sujeta en un clavo sobre la puerta de mi casa, y quede allí para siempre jamás”. La cabeza de la Susona permaneció allí hasta 1600, cuando se decidió retirarse por lo tétrica que resultaba.
3. Reja del Diablo. Esta reja se encuentra en el barrio de Santa Cruz, muy cerca de los Jardines de Murillo y del Callejón del Agua, concretamente en la Plaza de Alfaro. El origen de esta reja se desconoce, aunque una de las historias que se cuentan en Sevilla la incluyen. Esta reja es muy particular, no tiene los barrotes ni pegados ni soldados, permanecen unidos al estar entrelazados, como si el hierro hubiera sido plastilina infantil y posteriormente se hubiera endurecido, algo antinatural. Esta característica es la que ha hecho que se cuente la historia de que la forjó el mismísimo diablo, convirtiéndose en el único ser que puede tocar el hierro en ese estado sin quemarse. Actualmente esta reja se ha convertido en un símbolo del barrio de Santa Cruz. Realmente la reja tiene poco de paranormal, se trata de una reja machihembrada fabricada en diferentes puntos de la geografía española, Austria o Italia. Debido a la dificultad de su realización, los maestros artesanos decían que “Solo el diablo podía ser su creador”.
4. Calle verde. Esta calle se sitúa en el Barrio de San Bartolomé. Es una calle peatonal muy estrecha y se encuentra cerca de la parroquia de San Bartolomé. Su recorrido se está limitado por edificios de tipo residencial y de poca altura. Lo característico de esta calle es la abundancia y colorido de la vegetación que se asoma a través de los muros desde las distintas casas que la forman, creando así una imagen fresca y agradable donde reina la paz y el silencio. Desde esta calle se puede ver el Patio de la Casa de los Padilla, una de las casas más antiguas de Sevilla. Esta casa pasa casi desapercibida, pero su vuelca todo su encanto hacia sus patios interiores. Actualmente es un Hotel y es posible visitarlo.
5. Casa Fabiola. Este edificio histórico fue una vivienda privada e importante en el siglo XIV, durante el reinado de Alfonso XI. Se encuentra en el barrio de San Bartolomé, cerca de la catedral y del Alcázar. Mantiene la esencia de las casas palacio sevillanas, con un gran patio central donde se encuentra una galería a modo de claustro y escalera principal revestida de mármol blanco italiano. La construcción está enriquecida con suelos hidráulicos, paredes estucadas y artesonados en madera policromados. Es la casa natal del cardenal Nicolás Wiseman, autor de la novela Fabiola, que le da nombre al inmueble. Desde 2018 alberga el Museo Bellver, conteniendo la colección de arte de Mariano Bellver, un coleccionista de arte y mecenas español, que donó su colección al ayuntamiento de Sevilla. En el interior del inmueble se encuentran más de 500 obras de arte, destacando en ellas la pintura costumbrista sevillana.
6. Casa Palacio de Salinas. Fue construida en el siglo XVI gracias al florecimiento del comercio de Sevilla con América. Se encuentra en la calle Mateos Gago, en el casco antiguo de Sevilla. De origen renacentista, aunque con numerosas reformas posteriores, posee una fachada muy sencilla. Destaca el patio principal de doble altura rodeado por columnas de mármol que forman arcos de medio punto. Los muros están recubiertos por zócalos fabricados en el Barrio de Triana en el siglo XVI y algunas de sus vidrieras están fabricadas por la antigua fábrica de La Cartuja de Sevilla-Pickman. En el siglo XX cambió de propietarios, los cuales sometieron el inmueble a un delicado y minucioso proceso de restauración para devolverle su aspecto original, alterador durante más de cuatrocientos años de historia. Actualmente se pueden realizar visitas e incluso celebrar eventos exclusivos como cenas de gala, conciertos, conferencias…
7. Columnas Romanas en la calle Mármoles. En el siglo XVI fueron encontradas seis columnas romanas de unos 15 metros de altura en el barrio de San Bartolomé. No se sabe a ciencia cierta, pero se cree que las columnas pertenecieron a un antiguo templo romano en Sevilla. De las seis columnas, dos fueron trasladadas a la Alameda de Hércules en 1574 por Bartolomé Morell, siendo la base para las esculturas de Hércules y Julio César, fundadores de Sevilla. La tercera columna tuvo peor fortuna, se quebró durante el traslado al Real Alcázar, residencia del Rey Don Pedro I. El resto de las columnas salvaron su existencia al quedar embutidas en el patio de una casa hasta 1885, cuando el ayuntamiento de Sevilla adquirió esa casa para derribarla en 1886. Actualmente se encuentran en estado de abandono, siendo preocupantes al tratarse de los pocos restos romanos que quedan de la ciudad Híspalis.
8. Baños Hamman, actual Bar Cervecería Giralda. En 2020 salta a la prensa el descubrimiento de los restos de un Hamman del siglo XII. Este bar escondía bajo sus paredes enlucidas y enfoscadas, unos baños árabes de la época Almohade. Su existencia ya era conocida, aunque lo sorprendente fue la riqueza y el magnífico estado de conservación de sus luceras y pinturas cuando se realizó un trabajo de restauración de mano de los mejores arqueólogos de Andalucía. Se trata de un hecho insólito en toda la península ibérica. Este Hamman se encuentra a los pies de la Giralda y conserva su sala fría, sala templada (La más importante y lujosa), los restos de un arco que indican la estancia de agua caliente y el acceso por la actual calle Don Remondo. Tras la reconquista de Andalucía, este hamman dejó de tener esa función. Desde 1923 es un bar, aunque se conocía como Bar Español. Actualmente es un restaurante de tapas con cinco espacios diferenciados que conforman una experiencia museística y gastronómica única en el mundo.
9. Edificio Central de Correos de Sevilla. Este edificio se encuentra en la Avenida de la Constitución justo enfrente de la parada del tranvía “Archivo de Indias”. Con motivo de la Exposición Iberoamericana, el ayuntamiento cedió un solar en el antiguo Alfolí de la Sal al ministerio de Gobernación para que se construyese la nueva Sede de Correos. Fue diseñado por Joaquín Otamendi y Luis Lozano, construido entre 1927 y 1930. Es de estilo Art Decó con algunas características Neobarrocas, considerado de los pocos ejemplos de este estilo en la ciudad. Entre 1988 y 1992 fue restaurado. Su entrada es gratuita. Actualmente, sigue siendo la casa central de correos Sevilla. Si te interesa la arquitectura es una muestra más de la variedad de estílos arquitectónicos que tiene la ciudad y es bastante accesible.
10. Puerta Real. Este lugar fue una de las puertas de acceso al recinto amurallado de la ciudad de Sevilla. Ubicada entre la Calle San Laureano y la Plaza Puerta Real, está considerada una de las puertas que surgieron con la ampliación de la muralla en la época almorávide de la ciudad. Fue totalmente reconstruida en 1565, eliminándose todos los aspectos militares que disponía. En 1570 con la visita de Felipe II de España, se decidió que entrara por esta puerta y no por la Puerta de la Macarena, aportando cómo motivos la vista general que presentaba el arrabal, sumado a que estaba cercada de calles estrechas que provocaban incomodidad para un acontecimiento de estas características. A consecuencia de este evento, se le cambió el nombre a Puerta Real. Este acceso, junto a otras trece puertas y un postigo, fueron derribadas entre 1858 y 1871. Actualmente se mantiene un pequeño muro de lo que fue la Puerta Real.